viernes, 10 de junio de 2016

Tipos de amenazas.




Tipos de amenazas

Las amenazas pueden clasificarse en dos tipos:
  • Intencionales, en caso de que deliberadamente se intente producir un daño (por ejemplo el robo de información aplicando la técnica de trashing, la propagación de código malicioso y las técnicas de ingeniería social).
  • No intencionales, en donde se producen acciones u omisiones de acciones que si bien no buscan explotar unavulnerabilidad, ponen en riesgo los activos de información y pueden producir un daño (por ejemplo las amenazas relacionadas con fenómenos naturales).

Cómo actuar

La presencia de una amenaza es una advertencia de que puede ser inminente el daño a algún activo de la información, o bien es un indicador de que el daño se está produciendo o ya se ha producido. Por ello siempre debe ser reportada como un incidente de seguridad de la información.

Si sospecha que existe una amenaza a algún sistema de información de la Universidad, por favor efectúe el reporte del incidente.

Clasificación y tipos de ataques contra sistemas de información


Diremos que se entiende por amenaza una condición del entorno del sistema de información (persona, máquina, suceso o idea) que, dada una oportunidad, podría dar lugar a que se produjese una violación de la seguridad (confidencialidad, integridad, disponibilidad o uso legítimo).

La política de seguridad y el análisis de riesgos habrán identificado las amenazas que han de ser contrarrestadas, dependiendo del diseñador del sistema de seguridad especificar los servicios y mecanismos de seguridad necesarios.
Las amenazas a la seguridad en una red pueden caracterizarse modelando el sistema como un flujo de información desde una fuente, como por ejemplo un fichero o una región de la memoria principal, a un destino, como por ejemplo otro fichero o un usuario.
Un ataque no es más que la realización de una amenaza. Las cuatro categorías generales de amenazas o ataques son las siguientes:
Interrupción: un recurso del sistema es destruido o se vuelve no disponible. Este es un ataque contra la disponibilidad. Ejemplos de este ataque son la destrucción de un elemento hardware, como un disco duro, cortar una línea de comunicación o deshabilitar el sistema de gestión de ficheros. 

Intercepción: una entidad no autorizada consigue acceso a un recurso. Este es un ataque contra la confidencialidad. La entidad no autorizada podría ser una persona, un programa o un ordenador. Ejemplos de este ataque son pinchar una línea para hacerse con datos que circulen por la red y la copia ilícita de ficheros o programas (intercepción de datos), o bien la lectura de las cabeceras de paquetes para desvelar la identidad de uno o más de los usuarios implicados en la comunicación observada ilegalmente (intercepción de identidad). 
Modificación: una entidad no autorizada no sólo consigue acceder a un recurso, sino que es capaz de manipularlo. Este es un ataque contra la integridad. Ejemplos de este ataque son el cambio de valores en un archivo de datos, alterar un programa para que funcione de forma diferente y modificar el contenido de mensajes que están siendo transferidos por la red. 
Fabricación: una entidad no autorizada inserta objetos falsificados en el sistema. Este es un ataque contra la autenticidad. Ejemplos de este ataque son la inserción de mensajes espurios en una red o añadir registros a un archivo. Estos ataques se pueden asimismo clasificar de forma útil en términos de ataques pasivos y ataques activos. 
Ataques pasivos

En los ataques pasivos el atacante no altera la comunicación, sino que únicamente la escucha o monitoriza, para obtener información que está siendo transmitida.
Sus objetivos son la intercepción de datos y el análisis de tráfico, una técnica más sutil para obtener información de la comunicación, que puede consistir en:
Obtención del origen y destinatario de la comunicación, leyendo las cabeceras de los paquetes monitorizados.

Control del volumen de tráfico intercambiado entre las entidades monitorizadas, obteniendo así información acerca de actividad o inactividad inusuales. 
Control de las horas habituales de intercambio de datos entre las entidades de la comunicación, para extraer información acerca de los períodos de actividad. 
Los ataques pasivos son muy difíciles de detectar, ya que no provocan ninguna alteración de los datos. Sin embargo, es posible evitar su éxito mediante el cifrado de la información y otros mecanismos que se verán más adelante.

Ataques activos
Estos ataques implican algún tipo de modificación del flujo de datos transmitido o la creación de un falso flujo de datos, pudiendo subdividirse en cuatro categorías:
Suplantación de identidad: el intruso se hace pasar por una entidad diferente. Normalmente incluye alguna de las otras formas de ataque activo. Por ejemplo, secuencias de autenticación pueden ser capturadas y repetidas, permitiendo a una entidad no autorizada acceder a una serie de recursos privilegiados suplantando a la entidad que posee esos privilegios, como al robar la contraseña de acceso a una cuenta. 

Reactuación: uno o varios mensajes legítimos son capturados y repetidos para producir un efecto no deseado, como por ejemplo ingresar dinero repetidas veces en una cuenta dada. 
Modificación de mensajes: una porción del mensaje legítimo es alterada, o los mensajes son retardados o reordenados, para producir un efecto no autorizado. Por ejemplo, el mensaje "Ingresa un millón de pesos en la cuenta A" podría ser modificado para decir "Ingresa un millón de pesos en la cuenta B". 
Degradación fraudulenta del servicio: impide o inhibe el uso normal o la gestión de recursos informáticos y de comunicaciones. Por ejemplo, el intruso podría suprimir todos los mensajes dirigidos a una determinada entidad o se podría interrumpir el servicio de una red inundándola con mensajes espurios. Entre estos ataques se encuentran los de denegación de servicio, consistentes en paralizar temporalmente el servicio de un servidor de correo, Web, FTP, etc. 


Desarrollamos las siguiente guía de amenazas informáticas con información de la firma de seguridad ESET. El objetivo es que usted conozca todas las formas de infección posible, para así estar preparado y no caer en las manos de delincuentes en la Web.
Para los que deseen ampliar sus conocimiento en el tema, ESET cuenta con unaplataforma de educación en línea gratuita que le permite a cualquier persona, según la empresa, aprovechar Internet al máximo sin preocuparse de las amenazas.
Si desea ampliar la lista con algún tipo de malware que no esté incluido, lo invitamos a hacerlo en la parte de comentarios.
  • Malware. Es el acrónimo, en inglés, de las palabras ‘malicious’ y ‘software’, por lo que se conoce como software malicioso. En este grupo se encuentran los virus clásicos (aquellas formas de infección que existen desde hace años) y otras nuevas amenazas que han surgido con el tiempo. Se puede considerar como malware todo programa con algún fin dañino (hay algunos que incluso combinan diferentes características de cada amenaza).
  • SpamEs el correo electrónico no deseado o correo basura, que se envía sin ser solicitado, de manera masiva, por parte de un tercero. Aunque en un principio se utilizaba para envío de publicidad, se ha visto un creciente uso con el fin de propagar códigos maliciosos. Según estudios,entre el 80 y el 85% del correo electrónico que se le envía a una persona es correo basura. El spam llegaba a la bandeja de entrada inicialmente en mensajes en formato de texto. Sin embargo, con la creación de filtros anti-spam, el spam evolucionó a correos con imágenes o contenido Html para evadir la protección.
  • VirusEs un programa informático creado para producir algún daño en el computador. Posee dos características particulares: pretende actuar de forma transparente al usuario y tiene la capacidad de reproducirse a sí mismo, acciones que pueden compararse con los virus biológicos que producen enfermedades (y un daño) en las personas, actúan por sí solos y se reproducen (contagian).
    Los virus pueden infectar de dos maneras diferentes. La tradicional consiste en ‘inyectar’ una porción de código malicioso en un archivo normal. Es decir, el virus reside dentro del archivo ya existente. De esta forma, cuando el usuario ejecute el archivo, además de las acciones normales del archivo en cuestión, se ejecutan las instrucciones del virus. La segunda forma de infectar consiste en “ocupar el lugar” del archivo original y renombrar este por un nombre conocido solo por el virus. En este caso, al ejecutar el archivo primero se ejecuta el malicioso y, al finalizar las instrucciones, este llama al archivo original, ahora renombrado.

  • Spyware. Los programas espía son aplicaciones que recopilan información del usuario sin su consentimiento. Su objetivo más común es obtener datos sobre los hábitos de navegación o comportamiento en la web del usuario atacado y enviarlos a entes externos. Entre la información recabada se puede encontrar qué sitios web visita, cada cuánto lo hace, cuánto tiempo permanece el usuario en el sitio, qué aplicaciones se ejecutan, qué compras se realizan o qué archivos se descargan.
    No es una amenaza que dañe al ordenador, sino que afecta el rendimiento de este y, en este caso, atenta contra la privacidad de los usuarios. Sin embargo, en algunos casos se producen pequeñas alteraciones en la configuración del sistema, especialmente en las configuraciones de Internet o en la página de inicio.

  • Phishing. Consiste en el robo de información personal y financiera del usuario, a través de la falsificación de un ente de confianza. El usuario recibe un correo electrónico simulando la identidad de una organización de confianza, por lo que este, al confiar en el remitente, envía sus datos directamente al atacante. Su identificación es compleja pues prácticamente todos los componentes del mensaje enviado al usuario son idénticos a un mensaje legítimo del mismo tipo.
  • Ingeniería social. Es una acción o conducta social destinada a conseguir información de las personas cercanas a un sistema por medio de habilidades sociales. Con esto se busca que el usuario comprometa al sistema y revele información valiosa por medio de variados tipos de engaños, tretas y artimañas.
    Por ejemplo, el usuario es tentado a realizar una acción necesaria para vulnerar o dañar un sistema, cuando recibe un mensaje que lo lleva a abrir un archivo adjunto. O puede suceder que el usuario es llevado a confiar información necesaria para que el atacante realice una acción fraudulenta con los datos obtenidos, en el caso del scam y el phishing.

  • Adware. Su nombre se deriva de la combinación de las palabras ADvertisement (anuncio) y softWARE). Se trata de un programa malicioso que se instala en el computador sin que el usuario lo note, y cuya función es descargar y mostrar anuncios publicitarios en la pantalla de la víctima (se ven como ventanas emergentes del navegador o pueden aparecer incluso si el usuario no está navegando por Internet).
    El adware no produce una modificación explícita que dañe el sistema operativo, pero sí disminuye el rendimiento del equipo y de la navegación por la Red ya que utiliza recursos del procesador, la memoria y el ancho de banda. Por lo general, el adware utiliza información recopilada por algún spyware para decidir qué publicidad mostrar.

  • Botnets. Es una red de equipos infectados (robot o zombi) por códigos maliciosos, los cuales son controlados por un delicuente informático el cual, de manera remota, envía órdenes a los equipos zombis haciendo uso de sus recursos. Las acciones de un equipo zombi son realizadas en su totalidad de forma transparente al usuario. Por este motivo, uno de los síntomas más importantes de un sistema infectado por un malware de este tipo es el consumo excesivo de recursos, el cual hace lento el funcionamiento del sistema y de las conexiones, e incluso puede llegar a impedir su utilización.
    Los dueños de redes botnets las utilizan para acciones como envío de spam, ataques a sitios web, alojamiento de archivos para sitios web (material pornográfico, cracks, sitios de phishing, etc.), distribución e instalación de nuevo malware y abuso de publicidad en línea.

  • Gusanos. Son un sub-conjunto de malware. Su principal diferencia con los virus tradicionales es que no necesitan de un archivo anfitrión para seguir vivos, por lo que se reproducen utilizando diferentes medios como las redes locales o el correo electrónico. El archivo malicioso puede copiarse de una carpeta a otra o enviarse a toda la lista de contactos del correo electrónico, citando solo algunos ejemplos.
    La segunda diferencia es que su objetivo no es necesariamente provocar un daño al sistema, sino copiarse a la mayor cantidad de equipos como sea posible. En algunos casos, los gusanos transportan otros tipos de malware, como troyanos o rootkits; en otros, simplemente intentan agotar los recursos del sistema como memoria o ancho de banda mientras intenta distribuirse e infectar más ordenadores.

  • Troyanos. Su nombre proviene de la leyenda del caballo de Troya, pues se disfraza para engañar al usuario: Los archivos que simulan ser normales e indefensos, como pueden ser juegos o programas, provocan al usuario para que los ejecute y así logran instalarse en los sistemas. Una vez ejecutados, parecen realizar tareas inofensivas pero paralelamente realizan otras tareas ocultas en el ordenador.
    Al igual que los gusanos, no siempre son malignos o dañinos. Sin embargo, a diferencia de los gusanos y los virus, estos no pueden replicarse por sí mismos. A través de un troyano un atacante pueda conectarse remotamente al equipo infectado, registrar el tipeo y robar contraseñas, y hasta robar información del sistema. Entre los disfraces más comunes que utilizan los troyanos se encuentran archivos por correo electrónico que simulan ser una imagen, un archivo de música o algún archivo similar, legitimo e inofensivo.

  • Scam. Es el nombre utilizado para las estafas a través de medios tecnológicos. Los medios utilizados por el scam son similares a los que utiliza el phishing, si bien su objetivo no es obtener datos sino lucrar de forma directa a través del engaño. Las técnicas más comunes son el anuncio de una ganancia extraordinaria o las peticiones de ayuda caritativa.
  • Rootkit. Son herramientas como programas, archivos, procesos, puertos o cualquier componente lógico diseñadas para mantener en forma encubierta el control de un computador. No es un software maligno en sí mismo, sino que permite ocultar las acciones malignas que se desarrollan en un equipo. Otras amenazas se incorporan y fusionan con técnicas de rootkit para disminuir su probabilidad de ser detectadas.














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